Si digo algo que no esté de acuerdo con Alberto Fernández se enojan? ¿Puedo hablar y marcar diferencias sin que por eso pase a ser un traidor a la patria?
Pues bien. El Presidente sigue sin decir que quiere hacer con el país. No tiene Plan ni Equipo. El Coronavirus lo está salvando
En la conferencia de prensa le hicieron una pregunta seria y se enojó. Le preguntaron cómo va a pagar todo lo que está prometiendo (planes, subsidios, sueldos, créditos) sabiendo que no hay financiamiento y que no hay ahorros.
Contestó enojado: “…No me planteen el tema económico, prefiero no hablar de eso, tengo otras preocupaciones…”
Obvio, eso no estaba en el libreto de “Salud o Economía”. Esa pregunta iba al centro de la cuestión, y la evadió, enojado. En lugar de irritarse, que nos diga serenamente adonde vamos.
Yo repito lo mismo que vengo diciendo desde enero, cuando
Alberto Fernández no quiso enviar su proyecto de Presupuesto al Congreso, simplemente porque no lo tenía. Porque no habían hecho los deberes (y siguen sin hacerlos). Salvo los anuncios de más cuarentena, ninguna otra cosa sale bien.
Los $10.000 no llegan, el auxilio a las pymes no llega, con los créditos al 24% los bancos miran para otro lado, del aumento a los jubilados que deben otorgar nadie habla, emiten moneda en forma ilimitada… y mientras tanto… nadie sabe (ni él) cómo seguirá la Economía.
Un Plan Económico no es sinónimo de renegociar deuda externa, sin embargo, el Presidente Alberto Fernández insiste en que hablar de “su plan” es como mostrar las cartas, pero que nos quedemos tranquilos, lo “tiene en la cabeza”. Nos cree tan ingenuos? Puede subestimarnos tanto?
En fin, es importante plantear las diferencias en el momento en que se advierten, con franqueza y buena fe, aunque la corriente venga en contra. En el ánimo de que se corrijan errores y no aplaudir estupideces. Luego, cuando las consecuencias sean evidentes, sobran los relatores.