Quiero dirigirme al 41% que nos votó, a quienes votaron por otros “opositores” que hoy son “oficialistas” y también a aquellos que votaron a Alberto Fernandez pensando que Él era “distinto” a CFK.
Hablar de economía es hablar de empleo y de los que hoy la pasan mal.
El Gobierno de Alberto Fernández nunca tuvo (ni tiene) Plan Económico, a pesar de que ganó por la cuestión económica. Toda su campaña se basó en que llenarían las heladeras de los argentinos, que volvía el empleo y ponían la Argentina de pie. MENTIRA. Una enorme irresponsabilidad.
El Coronavirus le vino como anillo al dedo. Rápidamente instalaron el falso dilema de “Salud o Economía”. Falso porque no hay Salud sin Economía, y obviamente, no hay Economía sin Salud. Pero les permitió justificar la inacción económica en la “Épica Lucha contra el Virus”
Sin embargo, y lo que creo más grave, es que el manejo real del Poder vuelve a estar en manos de CFK quedó claro con las designaciones en Anses, en YPF, los médicos cubanos, el conflicto con Mercosur, el festival de liberación de presos peligrosos en todos lados.
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Nuestros votantes, pueden perdonar nuestros errores, nuestros defectos, pero nunca nos perdonarán que los dejemos huérfanos e indefensos frente a este Poder Populista que cada vez penetra más, a fuerza de demagogia y extorsión fiscal y publicitaria.
Es mi obligación decirlo hoy, y denunciar el rumbo torcido, antes de que sea tarde. Aquellos que bancan la demagogia y la solución fácil, no les gustará esto que digo. Prefiero pecar por exceso y no guardarme lo que pienso. Prefiero ser honesto conmigo mismo. Ojalá me equivoque.